viernes, 7 de diciembre de 2007

¡El ESTRÉS EL PRINCIPAL DETONANTE DE LOS ACCIDENTES LABORALES!


La última encuesta de condiciones de trabajo elaborada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo, refleja que más de la mitad de los empleados entrevistados padecía algún tipo de tensión como consecuencia del desempeño de su oficio. De hecho, el estrés laboral está considerado por la Unión Europea como el segundo problema de salud más frecuente tras los trastornos musculoesqueléticos. Su incidencia en el viejo continente genera un coste anual superior a los 20.000 millones de euros. Una cifra nada superficial.
Las causas son:Montañas de papeles imposibles de abarcar, malas relaciones con los compañeros, cambios en las funciones dentro de la empresa o incertidumbres sobre el futuro profesional. El abanico de situaciones que llegan a agobiar a los profesionales es tan amplio como la variedad de patologías en las que acaba manifestándose esta tensión.Así, según recuerdan los expertos, además del conocido cansancio, alteraciones del sueño o cefaleas, el estrés puede generar depresión, ansiedad, apatía, falta de concentración, afecciones cardiovasculares, digestivas, respiratorias o neurológicas. Puede aparecer de muchísimas formas, tanto a través de enfermedades de índole mental como físicas. También se dan muchas manifestaciones somáticas de las situaciones estresantes, que pueden provocar desde irritaciones de colón a afecciones dermatológicas.Respecto a la duración de estas bajas, el coordinación provincial de la unidad de valoración de incapacidades aclara que el tiempo depende mucho de la patología que lleve aparejada. 'En el caso de los trastornos de ansiedad puede ir desde una semana para descomprimir al paciente hasta una larga temporada. Cuando generan cervicalgias -problema que suele agudizarse con el estrés- la retirada se prolonga desde 15 o 20 días a varios meses'.Mujeres y jóvenes son los colectivos más expuestos a este mal laboral que afecta sobre todo a los directivos, con un 28,7 por ciento, seguido de los profesionales científicos (23,6 por ciento), los que tienen estudios universitarios (21,8 por ciento), los técnicos (19,6 por ciento) y los trabajadores cualificados de agricultura y pesca (19 por ciento). Además los empleados que prestan ayuda a terceras personas como policías, bomberos, cuidadores o trabajadores sociales también padecen altos niveles de estrés, junto a profesionales sanitarios, docentes o funcionarios.

2 comentarios:

David Uclés dijo...

Está claro, lo más sano es no trabajar ;-P

Unknown dijo...

indudablemente,pero esa situación solo está al alcance de unos pocos afortunados, que ostentan el privilegio de poder aburrirse, mientras que la mayoría tienen el privilegio de estar estresados, y más aun si ven las orejas al lobo...